Ya nos hemos referido en más de una ocasión al Aceite de Oliva Virgen Extra como el alimento perfecto, entre otros muchos motivos, por su origen 100×100 vegetal. Pueden preguntarle, por ejemplo, al cada vez mayor número de personas que opta por una dieta vegetariana o vegana. En la mayoría de los casos, cuando alguien se proclama “vegetariano” se refiere a que es ovolactovegetariano o, lo que es lo mismo, que no consume carne ni pescado, pero sí huevos y lácteos. Pero el veganismo va más allá y encontramos también a los ovovegetarianos, que eliminan carnes, pescados y productos lácteos pero aceptan los huevos como único alimento de origen animal; veganos, que solo incluyen alimentos de origen vegetal, o crudiveganos, que siguen una dieta únicamente se compuesta por alimentos vegetales crudos sin ser sometidos a ningún de tipo de cocinado.
Aunque el concepto “veganismo” es relativamente reciente, este régimen dietético nació en Gran Bretaña en 1944 y su origen se atribuye a Donald Watson, que fue de uno de los fundadores de la Vegan Society de Inglaterra. Se fundó el 1 de noviembre, fecha en la que cada año, cabe recordar, se conmemora el Día Mundial del Veganismo. Centrándonos en sus hábitos alimenticios, los veganos son personas que siguen un estilo de vida que excluye, por tanto, productos de origen animal. Las grasas (o lípidos) son imprescindibles para una dieta equilibrada y deben formar parte de nuestra alimentación diaria. Como norma general, debemos consumir entre tres y cuatro raciones de grasas diarias, aunque el porcentaje depende de factores como la constitución de cada persona o la actividad física que realiza. La inmensa mayoría de los alimentos contiene grasa en mayor o menor medida, pero si se opta por eliminar la de origen animal, como ocurre en el caso de los veganos, se puede obtener de diferentes productos de origen vegetal. Alternativas hay muchas, pero desde luego no todas son igual de saludables. Las más beneficiosas en este sentido son las grasas monoinsaturadas, que son grasas ligeras presentes, por ejemplo, en los frutos secos, las semillas, el aguacate y, especialmente, en el Aceite de Oliva Virgen Extra. Y es que el aove es ideal para su consumo tanto en crudo como para cocinar y, además, no se corrompe a altas temperaturas como ocurre con los refinados. Nada que ver con aquellas otras grasas que, pese a que son de origen vegetal, no son buenas para la salud, como pasa con las grasas saturadas que se solidifican, incluso, a temperatura ambiente. Son los casos, por ejemplo, con los aceites de palma y de coco o la manteca de cacao.
Según los expertos y numerosos estudios, la grasa más saludable es la contenida en los aceites de oliva vírgenes extra. Aoves que no son más que puro zumo de aceituna. Aceites como los que elaboramos con métodos tradicionales combinados con las últimos tecnologías y que embotellamos con nuestras diferentes marcas: Recuérdame, Oro Virgen Extra y Oleo Cazorla. Aceites que son sinónimo de calidad, con unas propiedades organolépticas únicas y que son orgullo de la Comarca de la Sierra de Cazorla. Ricos, sabrosos y, además, ideales para los veganos o vegetarianos.